Los microinjertos en sello se utilizan para promover la epitelización en heridas que se resisten al tratamiento convencional. Es un procedimiento sencillo, económico y eficiente, que además de promover dicha epitelización tiene un efecto analgésico en heridas dolorosas. Se puede considerar una técnica de Cirugía Menor, la cual se puede realizar en Consultas de Heridas Complejas y de Atención Primaria.

¿Qué son los microinjertos en sello?

Los microinjertos autólogos en sello son fragmentos de piel dermo-epidérmicos que se obtienen tras anestesiar de manera local una zona donante para posteriormente sembrar en una zona receptora. Esa zona receptora será el lecho de la herida que queremos que se regenere.

Por lo tanto, vamos a necesitar una zona donante y una zona receptora:

  • En cuanto a la Zona donante: Seleccionaremos la cara externa o antero-externa del muslo del paciente.
  • En cuanto a la Zona receptora: Estaríamos hablando del lecho de la herida, donde vamos a sembrar dichos microinjertos de piel.

 

microinjerto en sello

 

¿Qué tipo de heridas se pueden beneficiar?

Todas aquellas en las que la evolución no está siendo la esperada como úlceras venosas, arteriales y postquirúrgicas, aunque podemos destacar su uso beneficioso en úlceras arteriolopáticas como por ejemplo las úlceras de Martorell, no solo por promover la cicatrización sino por disminuir el dolor asociado y evitar la progresión de las mismas.

¿Cómo preparamos el lecho de la herida?

Lo ideal es conseguir un lecho óptimo con tejido de granulación y buen control del exudado, pero en la práctica diaria conseguirlo no siempre es posible. Otros lechos «no óptimos» también se pueden beneficiar de los microinjertos en sello, puesto que estos generan una aceleración del proceso de cicatrización, así como acción analgésica, mejorando la calidad de vida de nuestros pacientes.

¿Qué materiales vamos a necesitar?

Podemos utilizar distintos instrumentos para obtener los microinjertos en sello. Depende de vosotros elegir con que material estáis más cómodos.

  • Guantes, gasas y dos paños estériles.
  • Suero salino y antiséptico para preparar la zona donante.
  • Anestésico local. Nuestra mejor opción es la mepivacaína. Jeringa y aguja para anestesia.
  • Para la técnica de obtención podemos optar por utilizar un punch o sacabocados, cureta o bisturí y pinza de disección.

¿Cómo es la técnica de obtención?

En primer lugar, vamos a seleccionar la zona donante y realizar una anestesia local mediante infiltración directa o en abanico, abarcando la zona anatómica que vayamos a necesitar. Os cuento mi forma de obtención favorita:

  • Si utilizamos el bisturí normalmente usaremos un bisturí del nº11 o 15. Con la ayuda de una aguja vamos a traccionar la piel y cortar con el bisturí el microinjerto en sello deseado. Requiere de mayor habilidad por parte del profesional, pero cuenta con la ventaja de ofrecernos mayor precisión a la hora de cortar tejido dermo-epidérmico.

Pincha aquí para ver un vídeo sobre la técnica de obtención en mi Instagram @curaconevidencia

Sabremos que estamos en la profundidad adecuada cuando al cortar el fragmento de piel nos encontramos en la base un sangrado puntiforme. Una vez obtengamos el microinjerto deseado lo vamos a colocar en el lecho de la herida a modo de mosaico con una separación entre ellos de unos 2 mm.

 

microinjerto en sello

 

¿Cómo curamos la zona donante?

La podemos cubrir con una lámina de alginato cálcico, simulando el efecto “costra”. En las sucesivas visitas podemos ir recortando los bordes para conseguir la comodidad del paciente, y esperar a retirar cuando se caiga sola. Cubriremos el alginato de calcio con una gasa con adhesivo. Una vez que las lesiones presenten costras, se pueden utilizar cremas reparadoras con ácido hialurónico u óxido de zinc.

¿Cómo curamos la zona receptora?

La zona receptora la podemos cubrir con una interfase lípido-coloidal inhibidora de las metaloproteinasas (podemos utilizar una interfase tipo Urgotul o UrgoStart Contac) y un apósito absorbente ,como por ejemplo el alginato cálcico. En los bordes podemos aplicar óxido de zinc. Para promover el prendimiento de los microinjertos nos podemos ayudar de la terapia de presión negativa y los vendajes compresivos, pero sin olvidar que tenemos que individualizar cada tratamiento, en función del paciente y la lesión.

 

microinjerto en sello

 

¿Qué aspectos clave debemos de tener en cuenta?

  • Es importante que los primeros 3-4 días tras la realización de la técnica el paciente guarde reposo. De esta forma vamos a favorecer la neoangiogénesis, es decir, la formación de nuevos vasos.
  • Un signo que nos indica la formación de estos vasos sanguíneos es la coloración azul de los microinjertos. Debes saber que cada microinjerto puede prender de forma independiente. Si alguno de ellos no prende y se queda de color blanco-amarillento no los retires, puesto que van a seguir liberando células y factores de crecimiento.
  • Otro aspecto clave es intentar espaciar el tiempo de las curas y tocar el lecho de la herida lo menos posible.
  • No debes limpiar el contenido gelificado que aparece alrededor de los microinjertos, y si alguno de ellos se desprende al levantar el apósito lo podemos volver a recolocar. Si aparecen costras no las retires ya que actúan de barrera protectora manteniendo un ambiente promotor de la cicatrización. Si observas signos de infección si estaría indicado retirarlas.
  • Si no existe contraindicación, el paciente se puede beneficiar de la terapia compresiva y terapia de presión negativa. 

 


Experiencia y opinión personal:

Me gustaría agradecer a la Dermatóloga Elena Conde el descubrimiento de esta técnica. Es una gran profesional, pero lo más importante, una gran persona. Te recomiendo visitar su blog. La calidad de sus publicaciones es indiscutible.

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No puedo dejar de nombrar a mi compañero Enfermero Adán Álvarez. Gracias a mi estancia en la Unidad de Heridas Complejas del Hospital Clínico de Valencia pude poner en práctica todo lo aprendido. Fue una experiencia muy enriquecedora y aprendí del mejor.

Desde aquí os animo a conocer esta técnica tan nuestra y tan Enfermera. Debemos de abrazar estas nuevas vertientes y buscar la forma de hacer la vida de nuestros pacientes con heridas mucho más fácil y ofrecerles esa calidad de vida que merecen.

Si tienes cualquier pregunta no dudes en escribirme. Estaré encantada de poder ayudarte.


Bibliografía:

  1. Cuando una herida en la piel no se cierra. Conde, E. (2016, noviembre). Los injertos en sello: un clásico que vuelve a estar de moda.
  2. Atkin L, Bucko Z, Conde Montero E, Cutting K, Moffatt C, Probst A, Romanelli M, Schultz GS, Tettelbach W. Implementing TIMERS: the race against hard-to-heal wounds. J Wound Care. 2019 Mar 1;23 (Sup3a): S1-S50.
  3. Conde Montero E, de Farias Khayat Y, Pérez Jerónimo L, Vázquez AP, Marín LR, Guisado S, de la Cueva Dobao P. Punch grafting for pain reduction in hard-to-heal ulcers. J Wound Care. 2020 Mar 2;29(3):194-197
  4. Conde Montero E, Pérez Jerónimo L, Peral Vázquez A, Recarte Marín L, Sanabria Villarpando PE, de la Cueva Dobao P. Early and Sequential Punch Grafting in the Spectrum of Arteriolopathy Ulcers in the Elderly. Wounds. 2020 Aug; 32(8): E38-E41